En la vida de la Liga del Trabajo de Tomás Gomensoro podemos establecer dos etapas claramente diferenciadas. Fundada en 1938. Esta etapa está pautada por una gran crisis económica, dificultades de comunicación, falta de medios de transportes y casi sin caminos de penetración lo que lleva a que una institución como la Liga, de profundo arraigo en el medio, sufra las mismas consecuencias que la unidad toda. Mérito extraordinario de sus fundadores fue mantener con teson y esfuerzo a la Institución que serviría luego como palanca para impulsar toda iniciativa de interés para la región.
A principios de los años 30 se funda la Sociedad de Fomento Rural con amplia participación de los productores de Colonia Estrella.
En el año 1938 la Liga del Trabajo de Tomás Gomensoro llama a asamblea para formar una nueva directiva que se integra con los pocos sobrevivientes de la fundación y generaciones nuevas dispuestas a dar su esfuerzo a una gran causa común.
Ugartamendia, hacendado y hombre de empresa, pone sus campos e instalaciones para que en ellos se realicen los primeros remates ferias y exposiciones que permiten comenzar a capitalizar a la institución. Estos remates, administrados por la Liga, se realizan una o dos veces al año y los miembros del Consejo Directivo ocupan puestos en el escritorio, capatacia de pista, confección de lotes, orden de entrada y entregas de ganados. Esta actividad es entonces desde sus origines, la única fuente de recursos genuina que permite a la institución sobrevivir hasta nuestros días.
Es decir, entonces, que todo lo que tiene la Liga es producto de del trabajo serio, honesto y sacrificado de sus directivos que, dedicando muchas horas de su tiempo, logran dar a la institución permanencia en el tiempo y prestigio entre sus pares.
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